BREVIARIO SOBRE LENCERÍA MASCULINA
- Apollo Sexywear
- Feb 24, 2022
- 6 min read
Cuando comencé a explorar el mundo de la lencería, solía preguntarme por qué las mujeres podían usar ropa “de hombre”, pero los hombres no podían usar ropa “de mujer”, incluso si estaban diseñadas para hombres.
UN POCO DE HISTORIA
Desde los inicios de la civilización, la ropa interior y la lencería han estado presentes, y originalmente muchas de estas prendas eran para el uso exclusivo de los hombres, como el “subligaculum” (una especie de calzón corto o taparrabos) en la antigua Roma, que se llegó a usar como prenda exterior de los atletas, gladiadores y actores de teatro, dejando al descubierto sus piernas, mientras las mujeres seguían ocultándolas debajo de largas faldas. Así, podríamos considerar que los primeros en usar “ropa interior sexy” fueron los hombres.
Muchas cosas sucedieron a lo largo de los siglos…
Durante el Renacimiento, los hombres usaban ropa y accesorios que ahora se considerarían femeninos: faldas, medias, leggings, pelucas, maquillaje, olanes, encajes y tacones, que en aquel entonces simbolizaban poder y riqueza.
En aquel entonces, la clase media comenzó a crecer en varios países de Europa.
Fueron comerciantes, aventureros, artesanos o mercenarios que supieron aprovechar la nueva economía. Y para mostrar su riqueza, comenzaron a imitar a la nobleza, usando también maquillaje, pelucas, mallas y tacones a medida que ganaban el dinero para comprarlos.
En Europa, la ropa interior jugó un papel importante en la configuración de la ropa de abrigo. La vestimenta masculina se desarrolló durante este tiempo y eso incluyó corsets, conchas (suspensorios rusticos), bragas, medias, camisetas y calzoncillos.
Después del Renacimiento, comenzó la Revolución Industrial. La clase media descubrió que supervisar a sus trabajadores con pelucas y tacones podía provocar la muerte o lesiones si dichas prendas quedaban atrapadas en la maquinaria. Y aunque todavía se seguía retratando a los hombres con esa ropa en funciones sociales, las mujeres comenzaron a adaptar y adoptar la ropa de los hombres, de tal forma que los artículos que solían usar los hombres comenzaron a asociarse más con las mujeres.
Fue en la época Victoriana donde se definieron los roles y entonces la ropa se convirtió en un símbolo de identidad de género. Se estableció una nueva visión de la ropa, que definió lo que podían llevar los hombres y las mujeres respetables. Los hombres no podían usar lo que usaban las mujeres y las mujeres no podían usar lo que usaban los hombres. Y fue entonces cuando comenzaron a establecerse las reglas de vestimenta de género que prevalecen hasta el día de hoy.
Entonces la ropa interior masculina comenzó su ruta de aburrimiento...
Ropa interior hecha de algodón, lino e incluso seda, en dos piezas. El hombre empezó a usar ropa interior funcional, discreta e insípida, mientras que la moda femenina comenzó a experimentar con diversos materiales y texturas, primero para cubrir, pero posteriormente para moldear la figura, convirtiéndose en un arma de seducción, que daría origen al erotismo.
Y por muchísimos años la lencería se mantuvo debajo de la ropa, esperando la intimidad para cumplir su función… Sin embargo, el mundo de la moda y algunas grandes celebridades han logrado cambiar las ideas y preconcepciones existentes, haciéndola cada vez más popular y accesible para todos.
Basta recordar tendencias como el Glam Rock y el Glitter Rock que surgieron en los 70’s, encabezados por artistas como David Bowie, Elton John y otras figuras del rock británico, y que permearon a los 80’s con Prince, Madonna, Annie Lennox y más recientemente Lady Gaga, quienes -entre muchos otros- sorprendieron al mundo y fijaron tendencias duraderas en favor del maquillaje, las pelucas, los tacones y –por supuesto- de la lencería, al utilizarlos en sus videos y presentaciones en vivo, mostrando una imagen andrógina e irreverente.
En la época actual, un grupo de figuras de vanguardia, liderado por Billy Porter, Harry Styles, Sam Smith e incluso el ingeniero en robótica Mark Bryan han impuesto nuevas tendencias al vestir lo que comúnmente se podría considerar como prendas y accesorios femeninos... El actor, productor y activista Ray DeForest es otra figura pública cuyo Instagram está lleno de tacones, leotardos y medias que luce con orgullo, deslumbrando las calles y lugares públicos con lujo, elegancia y sus maravillosas piernas.
Personalidades que definitivamente están más allá de “lo que la gente puede decir” y simplemente usan lo que los hace sentir cómodos y lucir increíbles...
Hoy escuchamos términos como “gender-fluid”, “genderless”, “gender-blending” y muchos otros, que son nuevas formas de lo que alguna vez se llamó unisex... Todos ellos implican quitar las etiquetas y dejar que cada quien se ponga lo que lo haga sentirse bien y le permita expresarse abiertamente.
Y en las pasarelas de moda todos los días es más común ver grandes diseños hechos tanto para mujeres como para hombres, o lo que normalmente hemos concebido como femenino, usado por modelos masculinos.
Sin embargo en nuestra sociedad patriarcal, conservadora, machista y homófoba “por naturaleza”, el uso de la ropa sexy o lencería ha seguido reservado y estigmatizado solo para ciertos grupos: artistas, modelos, strippers y trabajadores sexuales, y casi siempre enfocado en el género femenino.
LENCERÍA MASCULINA
En los últimos años ha surgido una nueva tendencia en la ropa interior masculina: LA LENCERÍA.
Poco a poco, en países como Australia, Francia, Reino Unido y Estados Unidos, la moda en lencería masculina ha ido creciendo y haciéndose más famosa.
Cada día surgen nuevas marcas para atender esta nueva demanda, promoviendo una imagen masculina fresca y sensual. Incluso marcas de renombre han comenzado a explorar texturas y diseños que antes no se podían concebir para hombres...
En esta nueva concepción los hombres no imitan a las mujeres, sino que adoptan los materiales y estilos que a menudo se asocian con la lencería femenina en un producto diseñado y fabricado específicamente para las formas de su cuerpo.
Vivimos una “Revolución de la Ropa Interior”, donde los hombres se dan la vuelta y deciden sentirse sexys y disfrutar de nuevos colores, texturas y diseños para sus momentos íntimos ya sea para ellos mismos o para disfrutar con sus parejas, sin importar su preferencia sexual.
La inspiración viene de la historia, cuando el hombre era el más extravagante de los géneros. La lencería es una forma de decorar el cuerpo, pero realzándolo, sin pretender ser mujer u ocultar los atributos masculinos.
Para muchos hombres es todo un desafío abrir la mente y atreverse a probar cosas nuevas. Quieren hacerlo, se mueren de ganas, pero muchas veces surge la duda: "Debería mejor usar una trusa". Estarán contemplando la idea, pero sin decidirse a dar el paso de comprar algo “diferente”.
Una vez que se sumergen en ella, viven la experiencia, la disfrutan y se convierten en clientes habituales, comprándola una y otra vez.
Al final la lencería es lencería, no es femenina ni masculina. Es una prenda hermosa que aumenta la confianza de cualquiera que la use, sin importar el sexo.
En APOLLO SEXYWEAR, queríamos algo que nos representara pero que también implicara la suavidad y la belleza de nuestros diseños.
Nosotros consideramos más apropiado el término “sexywear” o “prenda sexy” que el de “underwear” o “ropa interior”, ya que nuestra propuesta apunta al sentimiento y al concepto de sensualidad más que solo a las telas o los diseños. La ropa interior está pensada para llevarla debajo de otras prendas, mientras que nuestros diseños íntimos están pensados para lucirlos y disfrutarlos con sus detalles de diseño, tanto para nosotros como para nuestros seres queridos. Aunque eso no excluye lo divertido y sexy que es usarlos debajo de un aburrido traje o de unos jeans.
La lencería masculina está diseñada más allá de la función, para ser bella en su diseño y despertar un sentimiento, tanto en el usuario como en el espectador. No es necesariamente una prenda de uso diario, sino algo especial y lujoso que te hace sentir sexy.
Nuestras piezas están creadas para un hombre que no tiene miedo de portar lo que se pretendía erróneamente -por convención social- como femenino en su diseño y materiales.
Estamos en los albores de una nueva tendencia que, más allá de la moda, ha llegado para quedarse. La lencería masculina es mucho más que la ropa interior masculina tradicional y la ropa de dormir ... más delicada y sensual, acentuando, revelando y celebrando la forma masculina, simplemente un paso más allá.
Se trata de que los hombres vean la ropa interior y la ropa de dormir de manera diferente, como las mujeres lo han hecho durante años: como un lujo, un capricho y algo especial que los hace sentir bien y ser provocativos.
La lencería masculina no es una ilusión, en realidad está sucediendo y está en todas las redes sociales. Muchos hombres en sus cuentas de Twitter e Instagram usan lo que quieren y se lo muestran al mundo.
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